viernes, 11 de enero de 2013

Mi vida de rubia

Es más importante que una niña sea bonita o inteligente?



Durante la mayor parte de sus 17 años de vida, Pamela Montes ha sido una recha (rechazada). Una ávida interesada en la ciencia y la cultura, Pamela empieza a sentirse como un fantasma social, visible sólo para su pequeña familia pero invisible para los demás. Cuando sus padres le anuncian que  se mudarán de ciudad, ella decide que es una oportunidad ideal para hacerse una transformación extrema. Su meta es saber qué se siente ser guapa, amada y "popular" en su nueva escuela.

"Es mas importante que una niña sea bonita o inteligente?", le pregunté a Jennifer cuando o tenía cinco años.
Ella me respondió rápidamente lo que supongo que cualquier buena madre contestaría a una hija de espíritu curioso y de apariencia más bien chistosa. Al poco tiempo descubrí que me había mentido.
"Silencio", me dijo el abuelo - algunos años después - mientras discutíamos sobre algo que ya no recuerdo. "es mejor que lo aprendas de una vez: las mujeres deben de ser de cabellos largos e ideas cortas". Al día siguiente fui a la peluquería y de la esquina de su casa y les pedí que me cortaran la cola de caballo. Mi abuelo se enojó tanto que me dejó de hablar durante mucho tiempo. Entendí que el peor pecado que podía cometer era rebelarme en contra de lo que se esperaba que fueran las aspiraciones sanas de una jovencita, o sea: no ser una molestia para nadie y verme lo más bonita posible.
Abro los ojos y los cierro nuevamente. Estoy ahora en tercero de secundaria en la clase de Literatura del profesor Clavé: "Los más trágicos serán siempre los personajes femeninos". Me cambio de asiento y estoy en segundo de prepa, pero sigo escuchando las voces que me reclaman mi condición: "Ay, monstruosa feminidad", repite un coro griego de voces ausentes, compuesto por los fantasmas de tías, abuelas y bisabuelas resignadas, traicionadas, exiliadas y silenciadas. Yo las debo llevar en mi sangre, pero me rehuso a tener un destino similar al suyo.
Si le preguntas a alguien por mí, ósea Pamela Montes Campbell (como las sopas) la mayoría de la gente de mi escuela respondería: "Quién?", así que hoy tomé una decisión. En el mundo que habitamos, el amor entra por los ojos, y yo me pienso convertir en alguien que los demás puedan amar con facilidad. Ahora sé que mi camino será el de la dieta y las clases de spinning, un look súper fashion, el brassier "push up", un bronceado perfecto y mis blanquísimos dientes cepillados tres veces al día para poder siempre sonreír ampliamente.
Si me sigo atreviendo a mirar al mundo con interés, debo fingir desinterés y desconocimiento del exterior, no vaya a ser que alguien se sienta menos inteligente que yo. No hay nada menos sexy. No voy a bajar nunca más la mirada por que solo leeré Vogue y ése siempre se lee de frente. Tendré los ojos vacíos pero cejas bien depiladas y el rimel perfectamente bien puesto. Seré absolutamente adorable.
INTRODUCCIÓN DEL LIBRO "MI VIDA DE RUBIA" DE FLOR AGUILERA.

Después de su extreme makeover decide cambiarse a ciencias sociales aunque su sueño siempre fue ser doctora. Pamela entra en el "grupo" de las reinas  y todo empieza a cambiar la forma en la que los chavos le hablan y se dirigen a ella, como actúa cuando está con ellas tanto que la relación con su madre (la que era más cercana a ella) se empieza a deteriorar e incluso la relación con ella misma.

Se me hizo bueno por que ves como ella al querer entrar a un grupo al que no pertenece ni se siente cómoda, va cambiando su forma de ser, y de pensar, como discriminan y humillan "las reinas" a todas las mujeres que no son como ellas y como la vida de Pam deja de tener sentido en cuanto a sus aspiraciones personales.

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